Si bien la EMS puede ser una herramienta muy eficaz para fortalecer el suelo pélvico, hay algunas precauciones y consideraciones que se deben tener en cuenta. En primer lugar, es importante consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier nuevo programa de ejercicios o tratamiento, incluida la EMS. Este profesional puede evaluar su situación individual y brindarle orientación personalizada para garantizar la seguridad y la eficacia.
También es fundamental utilizar un dispositivo EMS diseñado específicamente para la rehabilitación del suelo pélvico. Estos dispositivos están regulados y han sido sometidos a pruebas para garantizar su seguridad y eficacia para este propósito específico. El uso de dispositivos EMS de acondicionamiento físico general en el suelo pélvico puede no proporcionar los mismos beneficios y potencialmente puede causar daños.
Además, la EMS puede mejorar la función y la satisfacción sexual. El fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico puede aumentar el flujo sanguíneo a la zona y mejorar el tono muscular, lo que conduce a una mejor sensibilidad y al orgasmo. Esto puede ser especialmente beneficioso para las mujeres que hayan experimentado cambios en la función sexual después del embarazo y el parto.